21 de febrero de 2008

La última cena.










Había soñado con tal momento desde que aquel grupo malvado me habia dado la espalda 2 años atrás.Pero esta era mejor, era MIL veces mejor.
Aunque ya no tenía ganas de ir, y me volvía loca la idea de las amenazas entre mis papás,tomé coraje y solo repeti una frase mil quinientas veces: "es la última".
Mucha euforia para un día tan comun y corriente pero que no lo es del todo.Es contradictorio,pero no.
Al llegar al salón, el reloj comenzó a marchar hacia atrás, y pareciera que fue ayer cuando todos estabamos en tal cumple de quince, y nos mirabamos como si fuesemos de otro planeta.Tan bien vestidos, tan elegantes, y con tanto carácter.Asi se veían ellos ese dia,solo que más grandes claro.Mi euforía siempre contagia a los demás, cosa que no me extraña en lo absoluto.Al haber pasado 15 minutos de mi llegada,los chicos ya habían comenzado a hacerme esas bromas clásicas que solían hacerme todos los santos días!. (Y comencé a pensar realmente en el significado del "nunca más", o "es la última").
Yo hacía años que no salía de esa manera.(Mis salidas habían pasado por una etapa evolutiva,comenzando por la mejor etapa, la de la verdadera fiesta, terminando por las salidas sin sentido y dolida).Causa y efecto.Punto y aparte.
La fiesta fue increíble.El dancing que duró hasta las quien sabe cuando,plus seguiamos buitreando en joda, pero buitreando en fin.Los chicos y sus sonrisas; Las sonrisas y los chicos.Todo combinaba a la perfeccion con mi vestido strapless color champagne (Si,lo compré ese mediodía y fue el más lindo).Una ganga,y el hada del descuento que parece que me acompaña siempre.Mi hada madrina dónde habrá quedado?,Donde quiera que esté,seguro estará juntando polvo, o se habrá equivocado de ahijada, vaya uno a saber estas cosas).Cambiando el humor y regresando a la fiesta, pasando el tiempo y ayudando a alguno que otro a fumar a escondidas, bajo con mi compañerito de banco.Recompilando el año y riendonos de diversas anécdotas, miré hacia el cielo totalmente limpio perfecto para una noche romántica,lleno de estrellas y una leve brisa que te acariciaba los brazos y el cuello muy suave.Escalera con alfombra roja ,cual premiere de hollywood,subimos por la misma y nos volvimos a encontrar con la fiesta.Al seguir tan felices, tan alegres y con tanta energía para seguir hasta nunca jamás (solo para no crecer),observé como bailaban y me paré en mi lugar.Sin moverme,los miré y analicé cada movimiento.Cada ficha,cada reloj que habitaba el gran salón.
Y vi por primera vez en mucho tiempo (demasiado) que era feliz.Y no necesitaba de nada ni de nadie para serlo.Era feliz, de mi misma.Increible pensaba, es increible que me esté pasando esto.
Lo peor fue cuando realmente me di cuenta de lo que estaba sucediendo: me estaba volviendo a encontrar a mi misma.
Recopilemos: hace años, me perdí,perdí mi escencia y perdí la espiritualidad que solía rodearme con sonrisas.La recuperé,tomó años y mucho sufrimiento, pero ahi estaba, conmigo, yo y mi escencia, mi escencia y yo.Y la mente fue mil veces más clara.¿A quién quiero engañar?, Acá estoy!, dije en voz alta para adentro.Acá ESTOY.Y soy YO!.Cualquiera que me hubiese visto, me hubiera tratado de loca, (y no lo culpo).
La emoción que me llenó el corazón,llegó hasta mi cerebro a un ritmo inesperado!.Y tuve que salir del salón a tomar un poco de aire.Cuando llegué a la calle,se me escapó una lágrima de la felicidad.Cuando moví mi mano para limpiarla rapidamente,habia bajado mi compañerito de banco.Amaba jugar al gato y al ratón.Pero yo era distinta.Muy, distinta.
Bajó y entre cigarrillos y risas, se levantó un viento fuerte que obligó a que me abrazara.Y aquel beso desenfrenado se vino a nuestras memorias.(Digo nuestras, porque estoy 99,99% segura que él también se acordó), y terminamos mirandonos como dos viejos amores que se reencuentran una vez más, esplendidamente espléndidos.Me miró y nuestras bocas quedaron a milimetros esperando ver (compitiendo creo) quien aguantaba más.Solo la luna y el momento eran testigos de esta situación.Y el me agarró de la mano, echándose para atrás con una sonrisa y yo agachando la cabeza y tirando una sonrisita pícara.Sólo atinaba a darme besos en el cuello, y a darnos de comer. (Si, el postre de la fiesta: helado bombón). Entre nuestras formas de jugar y joder, existía esa.Al darnos de comer tan delicadamente, la parejita del curso tomó nuestro ¿útil?, ejemplo y lo puso en práctica de inmediato.Él se rió, y se acercó dulcemente a mi odio a chusmearme alevosamente, lo que estos pequeños niños sin imaginación estaban haciendo.

1 comentario:

Mark Knopfler dijo...

tenés blog pepit?
mirá
soy joaco :) ferneterou